[Reseña] - Geek Girl de Holly Smale

Harriet Manners sabe un montón de cosas. Sabe que un gato tiene 32 músculos en cada oreja, que un santiamén dura una centésima de segundo y que una persona se ríe una media de 15 veces al día. Lo que no sabe es porqué parece no caer bien a nadie en el colegio. Por eso cuando es descubierta por una agencia, Harriet aprovecha la oportunidad para reinventarse a sí misma. Incluso aunque suponga robarle el sueño a su mejor amiga, provocar la ira de su archi enemiga Alexa, y humillarse repetidamente enfrente del increíblemente guapo Nick. Incluso aunque ello suponga mentir a la gente a la que quiere. Mientras que Harriet va desastre al siguiente con la ayuda de su super entusiasta padre y su acosador friki, Toby, se empieza a dar cuenta de que en el mundo de la moda no parece gustar mucho más que en el mundo real. Y cuando su vieja vida empieza a desmoronarse, se tendrá que hacer na pregunta: ¿será capaz de transformarse antes de arruinarlo todo? 

Título: Geek Girl
Autora: Holly Smale
Editorial: Harper Collins
Páginas: 378
Precio: 8.35 €
Sólo en inglés

Serie "Geek Girl":

1. Geek Girl
2. Model Misfit
3. Picture Perfect 

  

Siempre he pensado que la comedia en la literatura es bastante difícil de conseguir, son muy pocos los libros que consiguen hacerme reir a carcajadas. Pues bien, este ha sido uno de ellos. Cuenta una historia típica a más no poder y está enfocado a un público bastante joven, pero la autora tiene una forma de escribir que me ha encantado y que ha hecho que me lo pase pipa. Me ha recordado a algunas de las series preferidas de mi infancia: Princesa por sorpresa y Las confesiones de Georgia Nicholson. Si las habéis leído ya os podréis una idea del estilo.

Harriet es la típica protagonista de instituto un poco "friki", sabelotodo y eterno objeto de las burlas de los populares de su curso. Un día es arrastrada por su mejor amiga a un evento de moda, algo que no le interesa en absoluto, y, sin embargo, acaban ofreciéndole un trabajo como modelo. Piensa que puede ser una buena idea para mejorar su popularidad, pero para ello debe enfrentarse a su madrastra que se opone a la idea y debe robarle el sueño a su mejor amiga. A cambio, cuenta con el apoyo incondicional de su entusiasta padre y podría volver a ver a Nick, el guapísimo modelo que conoció debajo de una mesa en el evento. Por supuesto, es una aventura disparatada ya que Harriet en el mundo de la moda se encuentra como un pez en medio de un desierto.

Vamos, que la historia en sí no tiene nada de especial. Es la mítica historia del patito feo mezclada con la de la friki del instituto que se medioconvierte en popular, y tiene todos los tópicos del género. Sin embargo, la forma en la que está contada es divertidísima. La protagonista cuenta todas sus experiencias con mucho humor y de una forma muy cercana, es como la típica amiga capaz de contarte cómo fue a comprar el pan por la mañana como si fuera un monólogo del club de la comedia. Y el resto de los personajes no se quedan atrás, son los personajes los que le dan chispa a la historia. Todos son geniales, desde el padre infantilón entusiasmado por el trabajo de su hija hasta el stalker friki de Harriet; pero mi favorito sin duda es Wilbur, su agente. Es un hombre excéntrico y alocado que le pone como mil apodos en cada frase y que conseguía que me partiese de risa cada vez que hablaba.

Es evidente que no es ninguna obra maestra, ni por la trama ni por la prosa, pero creo que cada libro hay que juzgarlo en función de para qué ha sido concebido. No tendría ningún sentido intentar hacer algún tipo de comparación entre un libro así y, que sé yo, Los miserables, por ejemplo. Por eso, a veces me cuesta puntuar las lecturas. En cualquier caso, como un libro chick-lit de puro entretenimiento dirigido principalmente a chicas adolescentes me ha parecido de lo más divertido que he leído.

En definitiva, Geek Girl es un libro que cuenta una historia muy típica pero que tiene un tono especialmente divertido. Es muy ligero y fácil de leer, fantástico para desconectar y pasar un buen rato sin pensar en nada